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Emmanuel
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La familia es un invernadero para crecimiento espiritual.
- La familia constituye un invernadero
para el crecimiento espiritual
Resulta imposible evitar la realización, y el crecimiento, dentro de la situación familiar.
Tal es el motivo, por el que, la institución familiar, fuera incluida en el proyecto terrenal.
La
inclusión de los niños en el seno de una familia, es catalítica, pues, se
les imbuyen muchos atributos desconocidos que existen en el interior de
sus padres.
Se trata de algo conocido para el alma, y, constituye parte de los dones que aporta:
Para los padres, es una oportunidad de ver a un nivel más perceptible, lo que llevan en su interior.
Ved en los niños un espejo brillante e iluminado de Dios, así como de vuestra esencia humana, que los ha engendrado.
Pueden ser también un reflejo doloroso de la arquitectura interna de los padres.
Reflejan el proceso de sus almas.
Están en el mundo para ser amados, mimados, guiados, protegidos, alimentados y librados a sí mismos.
- La paternidad
El amor, es el propósito de la paternidad.
Hay una necesidad de enseñar.
Hay
también una necesidad de consolar, de guiar, pero nunca, ni por un solo
instante, debe haber sentido de superioridad o separación.
Vuestros hijos os han elegido, porque os conocen.
En la mayoría de los casos, habéis estado juntos anteriormente, en diferentes configuraciones familiares.
Comunicaos
claramente con amor, honradez, verdad, disponibilidad, sabiduría y
compasión, siempre como mejor os permitan vuestras capacidades.
Ésa será la mejor manera de ser útiles al propósito espiritual de vuestros hijos.
El único regalo que puede hacerse es el de uno mismo.
No puedo imaginar un obsequio más hermoso!
- Mi hija toma drogas.
¿Puedes proporcionarme algún medio de ayudarla?
Eso, que parece tan dañino, y, de hecho, lo es, en el plano físico, no supone la destrucción definitiva.
No existe nada semejante, en la Conciencia de Dios.
Se trata de un aprendizaje, eso es todo.
No estaría de más enfocar el asunto preguntándoos qué podéis aprender de esto.
¿Por qué os sucede a vosotros?
No con un sentido de víctima, sino con un sentido de gratitud.
¿Qué es lo que experimentáis?
¿Qué es lo que teméis?
¿Dónde encontráis los recursos ocultos?
¿Es allí donde chocáis con las dificultades, etcétera?
Los juicios, en ese momento, no sirven de nada.
Sencillamente, sólo cierran más la puerta, a la llegada de la sanaciÓn.
Nadie está solo en el mundo.
Tu hija no está sola, y, por ende, tú formas parte de su decisión de salir de la realidad, por la puerta falsa de las drogas.
No quiero cargarte de culpa, al decirlo, sino, animarte a asumir el papel que te corresponde, en esta interacción.
Los hijos, suponen la realización, de lo que los padres, no han sabido darse.
Ved de qué manera os reflejáis en este espejo, y aceptadlo con amor, y con buen talante.
Todas las madres, son seres amados, conocidos anteriormente.
No hay relación más profunda en el plano físico que la de madre e hijo.
Con ello, no pretendo, ni mucho menos, negar la posición de los padres.
Sólo
puedo consolarlos, diciéndoles, que también vosotros fuisteis madres, que
ahora sois hijos, de modo que aún se da esa afinidad, ese nexo.
Una vez que hay nexo, deja de haber separación.
Una
vez que hay amor, habrá Unicidad para siempre; por mucho que vuestras
vidas os lleven allá donde no podáis encontraros en forma física.
Diría
que, si en algún momento se ha tenido la experiencia de semejante
afecto, podéis encontraros en el mundo espiritual en sueños.
- ¿Qué responsabilidad tengo ante la enfermedad de mi madre?
El
hecho de que una persona esté enferma, no supone que deba convertirse en
el altar, sobre el cual vayáis a sacrificar vuestra vida.
Si la verdad para ti consiste en estar junto a ella, entonces no supondrá ninguna obligación.
Se tratará de una satisfacción, y un placer.
Si la verdad para ti, no consiste en estar junto a ella, lo que debes hacer, entonces, es seguir los dictados de tu corazón.
¿Pero, no os dais cuenta, queridos míos, de que, desde vuestra verdad profunda, no podéis hacer nada mal?
Extracto de El libro de Emmanuel
Transmitido por Pat Rodegast
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